Me fueron a vender un santo,
sin marco, sin cristal y sin vidriera;
me fueron a vender un santo,
sin marco, sin cristal y sin vidriera.
La gente preguntaba qué santo era,
y era el santo más chingón de la galera.
Era un nogal,
era de nogal,
era de nogal el santo.
Hijo de un cabrón,
hijo de un cabrón,
por eso pesaba tanto.
Canción presidiaria de la década de 1920.
Recopilación: Juan de la Cabada.
5 comentarios:
Cuanto ritmo e imagen tiene...muy buena
saludos
¿La escuchás, Georgia?
Yo los escucho, cantando, alegres, muy encerrados, muy prisioneros, pero cantando.
Un abrazo.
Se escucha Elena, se escucha.
Pero qué perfil tan heavyyy, jaja, me encantó, boluda!
Otro de los talentos ocultos de la Ressia, faaaa, decime por favor que tu grupo se llama 'Laucha manca'.
Bacci, amiga!
Y bueno...viste. También tengo otros talentos pero no se si dan para la foto.
Publicar un comentario