sábado, 6 de abril de 2013

040413


nos haremos viejos, no será fácil deshacernos

del terror a la inconsistencia

del mundo

 

tengo miedo a esta niebla, amor,

te diré un día, mientras, tanteando

con la mano tus ojos, querré

ver, una vez

no más de una vez

lo que has visto

 

atrás van a quedar los viajes, el fuego

de los viajes

el arco tornasol de las selvas caribes

los pájaros exóticos que no debíamos fotografiar

porque en el resplandor inaudito de los flashes

el ave caía del árbol

 

¿así ha de ser mirar a Dios?

 

un relámpago que alumbra y, cegados los ojos,

caer sin previsión alguna, caer

no en su gracia, ni

inversamente ascender hacia algún paraíso

sino simplemente

caer

 

en la hojarasca del tiempo

solos y pesados

en la plenitud de la belleza

 

todo ardor, todo

desconcierto

la carne