jueves, 29 de julio de 2010


"Si se lee mi carta de renuncia a la Cleveland Clinic, está claro que mi regreso a la Argentina (después de haber alcanzado un lugar destacado en la cirugía cardiovascular) se debió a mi eterno compromiso con mi patria.
Nunca perdí mis raíces. Volví para trabajar en docencia, investigación y asistencia médica. La primera etapa en el Sanatorio Güemes, demostró que inmediatamente organizamos la residencia en cardiología y cirugía cardiovascular, además de cursos de post grado a todos los niveles.
Le dimos importancia también a la investigación clínica en donde participaron la mayoría de los miembros de nuestro grupo. En lo asistencial exigimos de entrada un número de camas para los indigentes. Así, cientos de pacientes fueron operados sin cargo alguno. La mayoría de nuestros pacientes provenían de las obras sociales. El sanatorio tenía contrato con las más importantes de aquel entonces.
La relación con el sanatorio fue muy clara: los honorarios, provinieran de donde provinieran, eran de nosotros; la internación, del sanatorio (sin duda la mayor tajada).
Nosotros con los honorarios pagamos las residencias y las secretarias y nuestras entradas se distribuían entre los médicos proporcionalmente.
Nunca permití que se tocara un solo peso de los que no nos correspondía.
A pesar de que los directores aseguraban que no había "retornos", yo conocía que sí los había.
De vez en cuando, a pedido de su director, saludaba a los sindicalistas de turno, que agradecían nuestro trabajo.
Este era nuestro único contacto.
A mediados de la década del 70, comenzamos a organizar la Fundación.
Primero con la ayuda de la Sedra, creamos el departamento de investigación básica que tanta satisfacción nos ha dado y luego la construcción del Instituto de Cardiología y cirugía cardiovascular.
Cuando entró en funciones, redacté los 10 mandamientos que debían sostenerse a rajatabla, basados en el lineamiento ético que siempre me ha acompañado.
La calidad de nuestro trabajo, basado en la tecnología incorporada más la tarea de los profesionales seleccionados hizo que no nos faltara trabajo, pero debimos luchar continuamente con la corrupción imperante en la medicina (parte de la tremenda corrupción que ha contaminado a nuestro país en todos los niveles sin límites de ninguna naturaleza). Nos hemos negado sistemáticamente a quebrar los lineamientos éticos, como consecuencia, jamás dimos un solo peso de retorno.
Así, obras sociales de envergadura no mandaron ni mandan sus pacientes al Instituto.
¡Lo que tendría que narrar de las innumerables entrevistas con los sindicalistas de turno!
Manga de corruptos que viven a costa de los obreros y coimean fundamentalmente con el dinero de las obras sociales que corresponde a la atención médica.
Lo mismo ocurre con el Pami. Esto lo pueden certificar los médicos de mi país que para sobrevivir deben aceptar participar del sistema implementado a lo largo y ancho de todo el país.
Valga un solo ejemplo: el Pami tiene una vieja deuda con nosotros, (creo desde el año 94 o 95) de 1.900.000 pesos; la hubiéramos cobrado en 48 horas si hubiéramos aceptado los retornos que se nos pedían (como es lógico, no a mí directamente).
Si hubiéramos aceptado las condiciones imperantes por la corrupción del sistema (que se ha ido incrementando en estos últimos años) deberíamos tener 100 camas más. No daríamos abasto para atender toda la demanda.
El que quiera negar que todo esto es cierto que acepte que rija en la Argentina, el principio fundamental de la libre elección del médico, que terminaría con los acomodados de turno.
Lo mismo ocurre con los pacientes privados (incluyendo los de la medicina prepaga).
El médico que envía a estos pacientes por el famoso "ana-ana" sabe, espera recibir una jugosa participación del cirujano.
Hace muchísimos años debo escuchar aquello de que Favaloro no opera más!
¿De dónde proviene este infundio?
Muy simple: el paciente es estudiado. Conclusión, su cardiólogo le dice que debe ser operado. El paciente acepta y expresa sus deseos de que yo lo opere. "Pero cómo, usted no sabe que Favaloro no opera hace tiempo?". "Yo le voy a recomendar un cirujano de real valor, no se preocupe". ¡El cirujano "de real valor" además de su capacidad profesional retornará al cardiólogo mandante un 50% de los honorarios!
Varios de esos pacientes han venido a mi consulta no obstante las "indicaciones" de su cardiólogo. "¿Doctor, usted sigue operando?" y una vez más debo explicar que sí, que lo sigo haciendo con el mismo entusiasmo y responsabilidad de siempre.
Muchos de estos cardiólogos, son de prestigio nacional e internacional. Concurren a los Congresos del American College o de la American Heart y entonces sí, allí me brindan toda clase de felicitaciones y abrazos cada vez que debo exponer alguna "lecture" de significación.
Así ocurrió cuando la de Paul D. White lecture en Dallas, decenas de cardiólogos argentinos me abrazaron, algunos con lágrimas en los ojos.
Pero aquí, vuelven a insertarse en el "sistema" y el dinero es lo que más les interesa.
La corrupción ha alcanzado niveles que nunca pensé presenciar.
Instituciones de prestigio como el Instituto Cardiovascular Buenos Aires, con excelentes profesionales médicos, envían empleados bien entrenados que visitan a los médicos cardiólogos en sus consultorios. Allí les explican en detalles los mecanismos del retorno y los porcentajes que recibirán no solamente por la cirugía, los métodos de diagnóstico no invasivo (Holter, Eco, Cámara Gamma y etc., etc.) los cateterismos, las angioplastías, etc. etc., están incluidos.
No es la única institución. Médicos de la Fundación me han mostrado las hojas que les dejan con todo muy bien explicado. Llegado el caso, una vez el paciente operado, el mismo personal entrenado, visitará nuevamente al cardiólogo, explicará en detalle "la operación económica" y ¡entregará el "sobre" correspondiente!.
La situación actual de la Fundación es desesperante, millones de pesos a cobrar de tarea realizada, incluyendo pacientes de alto riesgo que no podemos rechazar.
Es fácil decir "no hay camas disponibles".
Nuestro juramento médico lo impide. Estos pacientes demandan un alto costo raramente reconocido por las obras sociales. A ello se agregan deudas por todos lados, las que corresponden a la construcción y equipamiento del ICYCC, los proveedores, la DGI, los bancos, los médicos con atrasos de varios meses. Todos nuestros proyectos tambalean y cada vez más todo se complica.
En Estados Unidos, las grandes instituciones médicas, pueden realizar su tarea asistencial, la docencia y la investigación por las donaciones que reciben. Las cinco facultades médicas más trascendentes reciben más de 100 millones de dólares cada una!
Aquí, ni soñando.
Realicé gestiones en el BID que nos ayudó en la etapa inicial y luego publicitó en varias de sus publicaciones a nuestro instituto como uno de sus logros!.
Envié cuatro cartas a Enrique Iglesias, solicitando ayuda (¡tiran tanto dinero por la borda en esta Latinoamérica!) todavía estoy esperando alguna respuesta. Maneja miles de millones de dólares, pero para una institución que ha entrenado centenares de médicos desparramados por nuestro país y toda Latinoamérica, no hay respuesta.
¿Cómo se mide el valor social de nuestra tarea docente?
Es indudable que ser honesto, en esta sociedad corrupta tiene su precio. A la corta o a la larga te lo hacen pagar.
La mayoría del tiempo me siento solo. En aquella carta de renuncia a la C. Clinic, le decía al Dr. Effen que sabía de antemano que iba a tener que luchar y le recordaba que Don Quijote era español!
Sin duda la lucha ha sido muy desigual.
El proyecto de la Fundación tambalea y empieza a resquebrajarse.
Hemos tenido varias reuniones, mis colaboradores más cercanos, algunos de ellos compañeros de lucha desde nuestro recordado Colegio Nacional de La Plata, me aconsejan que para salvar a la Fundación debemos incorporarnos al "sistema".
Sí al retorno, sí al "ana-ana".
"Pondremos gente a organizar todo". Hay "especialistas" que saben como hacerlo. "Debés dar un paso al costado. Aclararemos que vos no sabés nada, que no estás enterado". "Debés comprenderlo si querés salvar a la Fundación".
¡Quién va a creer que yo no estoy enterado!
En este momento y a esta edad terminar con los principios éticos que recibí de mis padres, mis maestros y profesores me resulta extremadamente difícil.
No puedo cambiar, prefiero desaparecer.
Joaquín V. González, escribió la lección de optimismo que se nos entregaba al recibirnos: "A mí no me ha derrotado nadie".
Yo no puedo decir lo mismo.
A mí me ha derrotado esta sociedad corrupta que todo lo controla. Estoy cansado de recibir homenajes y elogios al nivel internacional. Hace pocos días fui incluido en el grupo selecto de las "leyendas del milenio" en cirugía cardiovascular. El año pasado debí participar en varios países, desde Suecia a la India, escuchando siempre lo mismo. "¡La leyenda, la leyenda!"
Quizá el pecado capital que he cometido, aquí en mi país, fue expresar siempre en voz alta mis sentimientos, mis críticas, insisto, en esta sociedad del privilegio, donde unos pocos gozan hasta el hartazgo, mientras la mayoría vive en la miseria y la desesperación.
Todo esto no se perdona, por el contrario se castiga.
Me consuela el haber atendido a mis pacientes sin distinción de ninguna naturaleza.
Mis colaboradores saben de mi inclinación por los pobres, que viene de mis lejanos años en Jacinto Arauz.
Estoy cansado de luchar y luchar, galopando contra el viento como decía Don Ata.
No puedo cambiar. No ha sido una decisión fácil pero sí meditada. No se hable de debilidad o valentía.
El cirujano vive con la muerte, es su compañera inseparable, con ella me voy de la mano.
Sólo espero no se haga de este acto una comedia. Al periodismo le pido que tenga un poco de piedad.
Estoy tranquilo. Alguna vez en un acto académico en USA se me presentó como a un hombre bueno que sigue siendo un médico rural.
Perdónenme, pero creo, es cierto.
Espero que me recuerden así.
En estos días he mandado cartas desesperadas a entidades nacionales, provinciales, empresarios, sin recibir respuesta.
En la Fundación ha comenzado a actuar un comité de crisis con asesoramiento externo. Ayer empezaron a producirse las primeras cesantías. Algunos, pocos, han sido colaboradores fieles y dedicados.
El lunes no podría dar la cara.
A mi familia, en particular a mis queridos sobrinos, a mis colaboradores, a mis amigos, recuerden que llegué a los 77 años.
No aflojen, tienen la obligación de seguir luchando por lo menos hasta alcanzar la misma edad, que no es poco.
Una vez más reitero la obligación de cremarme inmediatamente sin perder tiempo y tirar mis cenizas en los montes cercanos a Jacinto Arauz, allá en La Pampa.
Queda terminantemente prohibido realizar ceremonias religiosas o civiles.
Un abrazo a todos,
René Favaloro, Julio 29-2000 -14,30 horas.

domingo, 18 de julio de 2010

180710

en días me asiste una clara voluntad de morir

es como la maldad:
llega de pronto y me manda
a su juego
a su fiebre

¿soy, entonces, la niña obligada?
¿la bruja?
¿la muerta?

¿qué puedo decir yo del dolor más que mi parte?

tengo un libreto, soy buena
fingiendo

si narcisa: me mojo, apenas,
el pelo
si ofelia: canto
si juana: mientras rezo,
levanto la pollerita a la virgen y digo
abajo es una muñeca

el cuervo viene, calla
desea o condena mis juegos
y espera

espera

jueves, 8 de julio de 2010

Ferlinghetti (cortesía Aldo Luis Novelli)

Lawrence Ferlinghetti

Inédito en castellano
Traducción de Esteban Moore, para Prometeo
Buenos Aires, Diciembre, 2008.

Los bosques de Arcadia están muertos,
su antiguo júbilo ha sido enterrado;
desde siempre el mundo se alimentó con sueños
ahora la gris verdad es su juguete pintado...
-William Butler Yeats-

Sí, qué tiempos estos
cuando escribir un poema sobre el amor
es casi un crimen
pues contiene tantos silencios
acerca de tantos horrores...
-Inspirado en Bertolt Brecht-

“Nos disculpamos por los inconvenientes,
pero esto es una revolución.”
-Subcomandante Marcos-

Te estoy enviando señales a través de las llamas.
El polo norte ya no se halla donde solía estar.
El destino manifiesto ya no se manifiesta.
La civilización se autodestruye.
Némesis golpea a la puerta.
¿Para qué sirven los poetas en épocas como éstas?
¿Cuál es la utilidad de la poesía?
La condición del mundo pide auxilio para que la poesía lo salve.
Si aspiras a ser un poeta, crea obras capaces de responder al desafío de los tiempos apocalípticos, aun cuando esto signifique que tu tono sea apocalíptico.
Tú eres Whitman, eres Poe, eres Mark Twain, eres Emily Dickinson y Edna St. Vincent Millay, eres Neruda y Mayakovsky y Pasolini, eres un norteamericano o un extranjero, puedes conquistar a los conquistadores con palabras.
Si aspiras a ser un poeta, escribe periódicos vivientes. Sé un reportero del espacio exterior que envía sus despachos a algún editor supremo que cree en la total revelación de los hechos y tiene un bajo umbral de tolerancia ante la mentira y sus mierdas.
Si aspiras a ser un poeta, experimenta con todo tipo de poéticas, rotas gramáticas eróticas, religiones extáticas, efusiones paganas hablando en lenguas, rimbombante discurso público, escritura automática, apreciaciones surrealistas, monólogos interiores, sonidos hallados, delirios y enojos -para crear tu propia voz, tu voz que subyace allí, una voz límbica, tu voz original, una voz primal.
Si dices que eres un poeta, no te quedes sentado ahí nada más. La poesía no es una ocupación sedentaria, no es la práctica del “sentados, por favor”. Párate y tírales con lo que tengas.
Tienes que desarrollar una visión amplia, cada mirada un atisbo del mundo. Expresa la vasta claridad del mundo exterior, el sol que nos ve a todos, la luna que derrama sus sombras sobre nosotros, los quietos estanques en los jardines, sauces donde canta el oculto zorzal, el atardecer que cae sobre las riberas del río, y los grandes espacios que se abren hacia el horizonte sobre el mar... la alta marea y el canto de la garza real... Y la gente, sí, la gente, en toda la tierra, hablando las lenguas de Babel. A todas ellas dales una voz.
Tienes que decidir si el canto de los pájaros canta el éxtasis o la desesperación, así sabrás si eres un poeta trágico o lírico.
Si aspiras a ser un poeta, descubrí una nueva manera para que los mortales habiten la tierra.
Si aspiras a ser un poeta, inventa un nuevo lenguaje que todos puedan entender.
Si aspiras a ser un poeta, habla las nuevas verdades, aquellas que el mundo no puede negar.
Si aspiras a ser un poeta, esfuérzate en transcribir la conciencia de la raza.
A través del arte, dale un orden al caos de la vida.
Crea nuevas noticias.
Escribe más allá del tiempo.
Reinventa la idea de la verdad.
Reinventa la idea de la belleza.
En la primera luz intensidad poética.
En la noche intensidad trágica.
Escucha el rumor de las hojas y la música de la lluvia.
Apoya tu oreja sobre el suelo y escucha el movimiento de la tierra, el surgimiento del mar, y los lamentos de los animales que están muriendo.
Concibe el amor más allá del sexo.
Cuestiona todo y a todo el mundo, incluyendo a Sócrates, que cuestionó todo.
Cuestiona a “Dios” y a sus amiguitos en la tierra.
Sé subversivo, cuestionando constantemente la realidad y el status quo.
Esfuérzate en cambiar al mundo de tal manera que ya no habrá necesidad de ser un disidente. Hiphopea y rapea tu camino hacia la liberación.
Intenta ser un animal que canta, que se ha transformado en el proxeneta de un rey pacifista.
Lee entre las vidas y escribí entre las líneas.
Tus poemas deben ser algo más que avisos clasificados para los corazones rotos.
Un poema debe cantar y volar con vos o será un pato muerto con un alma en prosa.
Un poema lírico debe elevarse más allá de los sonidos hallados en la sopa de letras.
Escribe las palabras de los astrónomos que han visto con Heinrich Olber el sitio donde todo es luz.
Recuerda que “la noche, unas pocas estrellas” tiene más fuerza poética que todo un catálogo de los cielos.
La imágenes en tu poema debieran ser jamais vu, nunca déjà vu.
Las palabras pueden salvarte allí donde las armas son inútiles.
Decide si un poema es una pregunta o una declaración, una meditación o una protesta.
Reinventa a América y al mundo.
Trepa la estatua de la libertad.
Desconfía de la metafísica, confía en la imaginación y refertilízala.
En lugar de intentar huir de la realidad zambúllete en las carnes del mundo.
Si dices que eres un poeta, cántalo no lo conceptualices.
No permitas que se diga que una imaginación indolente ahogó la basura de tu corazón.
Reúne nuevamente la narración de una historia y la voz viviente.
Sé el narrador de grandes historias, incluso de las más oscuras.
Dale una voz a las calles sin lengua.
Convierte las palabras comunes en poco comunes.
Peléate con el destino del hombre como lo hacen los amantes celosos.
Besa el espejo y escribe sobre él lo que ves y oyes.
Poeta, sé el espía de Dios, si Dios existe.
Artista, retrata su ojo, si es que tiene uno.
Sé un oscuro ladrador frente a las carpas de la existencia.
Observa la rosa a través de anteojos con los colores del mundo.
Sé un ojo entre los ciegos.
Baila con los lobos y cuenta las estrellas, incluso aquellas cuya luz aún no ha llegado aquí.
Sé inocente, no seas cínico, como si recién hubieras aterrizado sobre la tierra, asombrado al observar el sitio donde has caído.
Cuestiona con un corazón puro el inescrutable significado de las cosas y nuestro destino tragicómico.
¿Tienes el don del encanto y estás rodeado del asombro?
¿Tienes el loco sonido?
Sé un tonto zen.
El brillo de sol de la poesía lanza sombras.
También tienes que pintarlas.
Nunca podrás ver u oír o sentir demasiado.
Si puedes soportarlo.
Lucha para recobrar la inocencia del ojo de la infancia.
Compone sobre la lengua, no lo hagas sobre la página.
Como un budista, escucha el ritmo de tu propia respiración.
Bajá la voz y habla desde tu pecho, no lo hagas a través de la nariz.
Cuando leas tus poemas, no trates de romper los cristales de las ventanas del barrio vecino.
En este arte, no tienes maestro de canto, salvo tu oído interior.
Serás tan grande como tu oído.
Si éste es de lata, mala suerte.
Igual que los humanos los poemas poseen defectos fatales.
Canta, ¡Hola!
Escribe un interminable poema sobre tu vida en la tierra o cualquier otro lugar, una poesía más grande que la vida.
Un gran poema deberá nacer de la suma de todos tus poemas, registrando más que la superficie de la realidad, más que “aquello que pasa por la ventana”.
Halla la realidad más allá de sí misma, si existe tal cosa.
Tu lenguaje debe cantar, con o sin rima, para justificar que éste sea en la tipografía de la poesía. Tienes que hacer algo más que poesía de “la palabra hablada”, haz poesía de la “palabra cantada”.
Apoya tu voz en un instrumento musical o otros sonidos y deja que tus poemas florezcan en canto.
Escucha a los cantantes folklóricos del pasado y del presente que son los verdaderos poetas del canto.
Lee entre las líneas del discurso humano.
Haz que tu mente aprenda a recorrer el camino alrededor de tu corazón.
Tu vida es tu poesía.
Si no tienes corazón escribirás poemas sin garra.
Elude lo provinciano, busca lo universal.
No talles piedras.
Sumérgete en el mar buscando la poesía, cada poema es un pez con vida.
Di lo indecible, haz visible lo invisible.
Piensa subjetivamente, escribe objetivamente.
Persigue la literalidad de la imaginación.
Lo concreto es lo más poético.
Imagina largos pensamientos en breves oraciones.
Si aspiras a ser un poeta no pienses que los subterfugios del pensamiento son poesía.
Tres líneas cualesquiera no hacen un haikú.
Se necesita una epifanía para que se produzca.
Luego de una lectura de poemas no te sometas a una sesión de preguntas y respuestas.
La poesía excita las mentes.
Las preguntas y respuestas rebajan la poesía a prosa.
¿Acaso le preguntan a un cantante folk que explique sus canciones?
Como un campo de girasoles, el poema no debe ser explicado.
Si un poema debe ser explicado, esto es el fracaso de la comunicación.
Un poeta no debe discutir el arte de la poesía o el proceso creativo.
Es más que un secreto del oficio, mistificándose en sus misterios.
Lo que diga un poeta acerca de su trabajo es una defensa que no debería llevar a cabo.
¿Quieres ser un gran escritor o un gran académico, un poeta burgués o un poeta radical en llamas?
¿Puedes imaginar a Shelley asistiendo a un taller de escritura?
Sin embargo los talleres de poesía pueden desarrollar comunidades de amistad poética en el corazón de América, donde tantos pueden sentirse solos y perdidos pues no hallan espíritus afines.
Si tienes que enseñar poesía golpea la pizarra con la tiza de la luz.
idea, sólo en los sentidos.
Nihil in intellectu quod non prius in sensu.
Si aspiras a ser un gran poeta, relaciónate con poetas que piensen.
Son difíciles de hallar.
La poesía del pensamiento se abstiene del éxtasis.
Lee a los novelistas épicos, los poetas proféticos, los grandes contadores de historias, las grandes mentes.
Frecuenta las librerías.
¿Qué tienes en la mente?
¿Qué piensas hacer?
Abrí la boca y deja de balbucear.
No tengas la mente tan abierta, pues se te puede caer el cerebro.
Transfórmate en una mente nueva y hazla más nueva aún.
Barre lejos las telas de araña.
Cultiva la disidencia y el pensamiento crítico.
El primer pensamiento puede ser el peor pensamiento.
Persigue la ballena blanca pero no le claves el arpón.
En lugar de ello captura su canto.
Otórgate permiso para realizar deslumbrantes vuelos de la imaginación en fantásticos planeos. Tienes que ir más allá de las grandes expectativas y las más terribles profecías que todos albergamos.
Si aspiras a ser un gran poeta, sé la conciencia de la raza.
Resiste mucho, obedece menos.
Desafía al capitalismo con su disfraz democrático.
Desafía todos los credos políticos, incluido el populismo revolucionario y el socialismo patotero. Considera el sufismo, especialmente su éxtasis tántrico en el cual la poesía compuesta en la lengua es la guía hacia el corazón y también hacia el alma.
Glorifícate en el pesimismo del intelecto y en el optimismo de la voluntad.
No soples burbujas de desesperanza.
La poesía es semilla y pimpollo, no es una ramita.
Fúmala para volarte.
Genera alegría colectiva frente al rostro del desaliento colectivo.
Libera secretamente todo ser que veas en una jaula.
Libera a los pobres y enfurece a los déspotas.
Haz sonar tu grito bárbaro sobre los techos del mundo.
Grazna el gran graznido.
Siembra tus poemas con la sal de la tierra.
Defiende a los tontos y locos.
Observa la eternidad en los ojos de los animales.
Observa la eternidad, no una próxima noche, sino esta noche.
Expresa lo inexpresable.
No seas demasiado complejo para el hombre de la calle.
Sé un ave de canto, no un papagayo.
Sé un canario en la mina de carbón.
(Un canario muerto no es solamente un problema ornitológico.)
Sé también un gallo que despierta al mundo.
Escribí poemas breves con la voz de los pájaros.
El canto de los pájaros no es producido por máquinas.
Dale alas a los poemas para que vuelen hacia las copas de los árboles.
No complazcas, muy particularmente no complazcas al público, ni a los lectores, ni a los editores. No halagues a la Mente Media de América ni a la sociedad de consumo.
Sé un poeta no un mercachifle.
No desmerezcas a los académicos que sostienen que el poema debe contener integridad, armonía, radiaciones, verdad, belleza, bondad.
Hazte al mar en barcos, o trabaja cerca del agua, y rema en tu propio bote.
¿Por qué escuchar a los críticos que no han producido grandes obras?
No produzcas poesía por metro.
No escribas segundas versiones de las realidades virtuales.
Sé un lobo en la majada de corderos del silencio.
No patines en la cáscara de banana del nihilismo, incluso cuando escuches el rugido de la nada. Tienes que llenar el oscuro abismo que bosteza detrás de cada rostro, cada vida, cada nación.
Haz un poema de cada una de tus experiencias y sobreponte a la miopía del momento actual. Atrapa instantes, cada segundo es una pulsación del corazón.
Oculta tu celular y estate aquí y ahora.
Busca lo permanente en lo evanescente, en lo que huye.
Haz ondas permanentes, y no sólo en las cabezas de las mujeres, estilizadas en la peluquería.
No juegues con tu bigote en sótanos desesperanzados escribiendo boberías incomprensibles.
¿Por qué vivir en las sombras?
Hazte un lugar en el barco del sol.
No permitas que digan que tu poesía es una mierda.
No permitas que digan que tu poesía es para los pájaros.
Ríe a carcajadas de aquellos que dicen que tus poetas son unos inadaptados o terroristas potenciales y un peligro para el estado.
No permitas que digan que tu poesía es una neurosis de la cual muchos no se recuperan.
Ríe de aquellos que dicen que toda la poesía ha sido escrita por el espíritu santo y que tú eres solo un escritor fantasma.
Nunca, nunca creas que la poesía es irrelevante en las épocas oscuras.
No permitas que digan que los poetas son parasitos.
Ríe de aquellos que sostienen que la poesía es subvencionada por la Inseguridad Social.
No les creas cuando te dicen que nadie invierte una moneda en la poesía en el mercado de valores de nuestra cultura de los casinos.
No abras tu boca, salvo que tengas la urgencia del canto.
Si no tienes nada que decir no lo digas.
No sermonees de este modo.
No digas No.
Búrlate de aquellos que dicen que vivís en el mundo de los sueños.
Sueña tu propia realidad.
Acampa en las riberas de la realidad.
Ríe de aquellos que te dicen “Escriba prosa, joven, escriba prosa”.
Sal de tu ropero.
Ahí adentro hay demasiada oscuridad.
Ten el valor de ser un insurgente poético no violento, un antihéroe.
Templa lo intemperante de tu voz con la compasión.
En las viñas de la ira cosecha las uvas para hacer el vino nuevo.
Recuerda que los hombres y las mujeres, seres sufrientes, viven el éxtasis y el dolor infinitamente.
Levanta las persianas, abrí tus cerradas ventanas, eleva el techo, retira las cerraduras de las puertas, pero no arrojes los tornillos a la basura.
No destruyas el mundo si no tienes algo mejor para reemplazarlo.
Desafía a Némesis, la diosa vengativa, la diosa de la envidia.
Comprométete con algo más allá de vos mismo.
Demuestra tu pasión. ¿Si pudieras arrebatar la fama de las llamas, dónde estaría tu arco ardiente, dónde tus flechas del deseo, dónde tu incendiado ingenio?
Cuando el poeta se baja los pantalones, su “ars poetica” como sus nalgas deben ser evidentes, abriéndole el paso a las erecciones líricas.
Las clases dirigentes comienzan las guerras, las clases bajas combaten en ellas.
Los gobiernos mienten.
La voz del gobierno no es la voz del pueblo.
Habla.
Actúa.
El silencio es cómplice.
Se el tábano del estado, pero también su luciérnaga, su bicho de luz.
Y si tienes dos piezas de pan, haz como hicieron los griegos, vendé una y con la moneda del reino compra girasoles.
¡Despiértate, el mundo está en llamas!
Que tengas un buen día.