sábado, 25 de septiembre de 2010

Id

En el marco de “Célula de letras”

“Pequeñas residencias de literatura contemporánea”

Organizada por el Centro de Arte Contemporáneo Chateau


Lectura y conversaciones en torno a la poesía de Córdoba en Casa 13



Alejandra Baldovin / Martín Araujo

Juana Luján / Jorge Naparstek

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Residentes invitados:

Marcelo Díaz (Río Cuarto) / Martha Piccat (Gral. Baldisera) / Estela Mary Tartufoli (Oncativo)

Sábado 25 de Septiembre - 21 hs.

En la generosa Casa 13, pasaje Revol casi Belgrano


sábado, 18 de septiembre de 2010

El Eternoretornógrafo-Luis Rogelio Nogueras

El joven poeta murmuró cerrando el libro
de Apollinaire:
“Este sí es un poeta...”
Y Apollinaire, el soldado polaco Wilhelm
Apollinaris de Kostrowitzky,
enterrado hasta la cintura en el fango de la trinchera
cerca de Lyon,
mirando la noche estrellada del 4 de agosto
de 1914,
la tierra seca, florecida de estacas y alambre de púas,
sembrada de minas esa noche de 1914,
mirando las bengalas azules, rojas, verdes
en el cielo envenenado por los gases
apretó el húmedo librito de Rimbaud mientras
sobre su cabeza pasaban silbando los obuses.
Y Rimbaud, haciendo sus maletas en Charleville,
echó junto a su ropa los versos de Villon.
Y Villon, el doce veces condenado, el apócrifo,
el inédito, pensó ante el patíbulo en las tres
cosas que más había amado: su mujer Christine, su leyenda,
la de él, la de Villon,
y el borroso recuerdo de unos versos
que hablaban de la noche del 711 en que Taric se apoderó
de Gibraltar.
Y el sombrío poeta árabe que escribió aquellos versos
la noche del 711 apoyándose
en la cimitarra
imitaba los versos que su abuelo le leía
en la lejana Argel;
y el abuelo de Argel había leído a Imru-ul-Qais,
al que Mahoma consideraba el primer
gran poeta árabe;
lo había leído una interminable
jornada en el desierto de Sahara (más húmedo ahora que entonces)
en la lenta marcha de los camellos y las teas
encendidas.
Y es probable que Imru-ul-Qais escribiera
en la lengua de Alá imitaciones de Horacio.
Y Horacio admiraba a Virgilio,
y Virgilio aprendió en Homero,
y Homero, el ciego, repetía en hexámetros los extraños poemas
que se susurraban al oído
los amantes en las estrechas calles de Babilonia
y Susa,
y en Babilonia y Susa
los poetas imitaban los versos de los hititas de Bog Haz Keui
y de la capital egipcia de Tell El Amarna,
y los poetas del 4000 a.n.e.
imitaban a los poetas del 5000 a.n.e.
hasta que el hombre de Pekín, en la húmeda caverna
de Chou-Tien
viendo arder lentamente sobre las brasas el anca
de un venado,
gruñó los versos que le dictaba desde el futuro
un joven poeta que murmuraba cerrando un libro
de Apollinaire.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Kirilov

Kirilov

"Parece que la consecuencia apremiante de tal actitud es obligarnos a preguntar si entre todas las formas de muerte no hay una más humana, más mortal, y si esa muerte por excelencia no sería la muerte voluntaria. ¿Darse muerte no es el camino más corto del hombre hacia sí mismo, del animal al hombre y, Kirilov agregará, del hombre a Dios? “Les recomiendo mi muerte, la muerte voluntaria, que viene a mí porque lo quiero.” “Suprimirse es el más estimable de los actos, con él casi se adquiere el derecho de vivir.” La muerte natural es la muerte “en las condiciones más despreciables, una muerte que no es libre, que no llega cuando es necesario, una muerte cobarde. Por amor a la vida, debiera desearse una muerte por completo diferente, una muerte libre y conciente, sin azar y sin sorpresa”. Lo que dice Nietzsche resuena como un eco de libertad. Uno no se mata, pero puede matarse. Es un recurso maravilloso. Sin ese balón de oxígeno a mano, nos ahogaríamos, no podríamos vivir. La muerte cercana, dócil y segura hace posible la vida porque es justamente lo que da aire, espacio, movimiento alegre y ligero: es la posibilidad.

La muerte voluntaria parece plantear un problema moral: acusa y condena, promedia un juicio final. O bien aparece como un desafío a una omnipotencia exterior: “Me mataría para afirmar mi insubordinación, mi nueva y terrible libertad.” Lo nuevo del proyecto de Kirilov es que no sólo piensa elevarse contra Dios matándose, sino verificar en su muerte la inexistencia de ese Dios, verificarla para él y mostrarla a los otros. (…) ¿Por qué el suicidio? Si muere libremente, si sufre y prueba su libertad en la muerte y la libertad de su muerte, habrá alcanzado lo absoluto, será ese absoluto, absolutamente hombre, y no habrá otro absoluto sino él. (…) Dios juega su existencia en esa muerte libre que se asigna a un hombre resuelto. Si alguien es dueño de sí hasta la muerte, dueño de sí mediante la muerte, será entonces dueño de esa omnipotencia que nos llega por la muerte, la reducirá a una omnipotencia muerta. Así el suicidio de Kirilov se convierte en la muerte de Dios. De allí su extraña convicción de que ese suicidio inaugurará una nueva era, será la línea divisoria de la historia de la humanidad y que, precisamente después de él, los hombres ya no tendrán necesidad de matarse, porque su muerte, haciendo posible la muerte, habrá liberado la vida, la habrá vuelto plenamente humana."


Nota: el fragmento fue extraido de la obra El espacio literario, Maurice Blanchot, Ediciones Paidós

sábado, 11 de septiembre de 2010

Muñeca brava-La puñalada



El grupo se inicia en el mes de Diciembre del 2001, con la idea de recrear Tangos compuestos entre 1915 y 1940, aproximadamente. Está integrado por Germán Arens (Cantor), Francisco Romagnoli (Guitarra), Fernando Luciani (Guitarra) y Sergio Arens (Guitarra),. Su búsqueda estilística rememora a las guitarras que solían acompañar a Carlos Gardel, Agustín Magaldi y Edmundo Rivero. El repertorio de "La Puñalada" se nutre de un minucioso anecdotario reo legado por autores tales como Pedro Medina, Celedonio Flores, Yacaré, Eduardo Giorlandini, Enrique Santos Discépolo, Enrique Cadícamo y Pascual Contursi entre otros; que hacen del peringundín, la gayola, el feca, la yeca y el bulín lugares comunes por donde transitan cafiolos, milongueras, escrushantes, escabiadores, mujeres engrupidas, malevos y sensibleros bohemios. "Pucherito de Gallina", "Muñeca Brava", "Las Diez de última", "Yira - Yira", "Aguja Brava" o las milongas "Tortazos" y "Desde la cana" son claros ejemplos del tinte arrabalero que los caracteriza como grupo . Los muchachos de "La Puñalada" tienen su residencia en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca. En varias oportunidades se han presentado junto a Eduardo Giorlandini - Miembro de la Academia Porteña de Lunfardo y Compositor de "Aguja Brava" - (tango que musicalizara Edmundo Rivero), trabajando de forma interactiva en Seminarios de Lunfardo, Charlas y Recitales. De manera independiente lo hacen en Bares, Restaurantes, Teatros y demás reductos tangueros.

Leer más: http://www.myspace.com/punialada#ixzz0zEQFEJ1b

domingo, 5 de septiembre de 2010

A TU LUMBRE NÁUFRAGA-Salvatore Quasimodo

Nazco a tu lumbre náufraga,
ocaso de aguas límpidas.

De hojas serenas arde
el aire consolado.

Desarraigado de los vivos,
corazón transitorio,
soy un límite vano.

Tu don tremendo
de palabras, Señor,
asiduamente pago.

Despiértame de entre los muertos:
cada uno ha tomado su tierra
y su mujer.

Tú me has mirado dentro,
en la oscuridad de las vísceras;
ninguno tiene mi desesperación
en su alma:

soy un hombre solo,
un solo infierno.

(Del libro Erato e Apóllion)