domingo, 5 de septiembre de 2010

A TU LUMBRE NÁUFRAGA-Salvatore Quasimodo

Nazco a tu lumbre náufraga,
ocaso de aguas límpidas.

De hojas serenas arde
el aire consolado.

Desarraigado de los vivos,
corazón transitorio,
soy un límite vano.

Tu don tremendo
de palabras, Señor,
asiduamente pago.

Despiértame de entre los muertos:
cada uno ha tomado su tierra
y su mujer.

Tú me has mirado dentro,
en la oscuridad de las vísceras;
ninguno tiene mi desesperación
en su alma:

soy un hombre solo,
un solo infierno.

(Del libro Erato e Apóllion)

2 comentarios:

Pablo dijo...

precioso, gracias x postearlo

saludos

Pablo dijo...

qué lindo, el de Schmidt también, grosso.

Saludos