soy
la doméstica de esta vidita
cuando la otra se ausenta, yo
entro a la casa, saco
la basura
la grasa de la vajilla, saco al sol
el colchón con pelos de gato
donde se deshoja el tiempo
de la muerte
me quedo mirando piadosamente
las pelusas contra el sol de la mañana
a veces, también por piedad
acomodo su corazón
pongo en hora el reloj del pasillo
cuando la otra que soy vuelve
pasa un dedo sobre el mueble y dice
que soy buena haciendo eso:
esconder la mugre
perfumar la áspera verdad
4 comentarios:
ay...esta vidita...esta vidita...y la verdad que cuando no es áspera se mete,suavecita,adentro,y te quema,te quema...abrazotes
Alegría con salto y voltereta por tu regreso!!!
Dejo abrazo.-
Qué poema tan Annibali, inconfundible y precioso final.
Un abrazo, Elena: siempre es un gusto leerte.
Laura.
Elena, gracias
Publicar un comentario