la mosca entró en el ojo de mi padre, comió
todo el esplendor
la luz
donde antes había un hombre de 86 kilos arando el campo
ahora hay un trapito
si lo arrojás al viento, vuela
y es
una semilla de la rabia
largando sus uvas amargas
sus tristes uvas para el hambre
del diablo
llevo su sangre en mi sangre
perdónenme
11 comentarios:
Seguís impresionándome! un abrazo.
Por mi parte no tengo nada que perdonar, la sangre tira. Y es un gran poema. ABRAZO
gracias
es hermoso leerte, al contrario, gracias
como te lo digo allá te lo digo acá....bello y fatal.
Besos
Fáa! (Ésas cosas que escribís que no sé por qué me llegan tanto). Igual creo que no hacía falta la explica, el fáa así bien a lo gringo ya resume todo lo que tengo pa decir. Fáa.
Recordé este poema que le escribí un día a mi padre, hoy te lo regalo, un abrazo:
El hombre
escondido en un lugar lejano
de su propia memoria
Fantasma expectante de su ayer
cobrando vida
Taciturna mirada
desmontando recuerdos
¿Dónde quedó tu altura?
¿Dónde tus pasos?
¿Tú verde arrullando el día?
Dónde estás padre
que aún el espejo
no te encuentra.
Georgina Ramírez
Recordé este poema que le escribí un día a mi padre, hoy te lo regalo, un abrazo:
El hombre
escondido en un lugar lejano
de su propia memoria
Fantasma expectante de su ayer
cobrando vida
Taciturna mirada
desmontando recuerdos
¿Dónde quedó tu altura?
¿Dónde tus pasos?
¿Tú verde arrullando el día?
Dónde estás padre
que aún el espejo
no te encuentra.
Georgina Ramírez
Muy bueno, Elena.
Que fuerza Elena, tu poesía me mueve y me comueve. Saludos de Guatemala
ay. no se puede agregar mucho más. bellísimo, me alegro de haber llegado a tu blog.
salut!
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