miércoles, 16 de marzo de 2011

160311

la mosca entró en el ojo de mi padre, comió
todo el esplendor
la luz

donde antes había un hombre de 86 kilos arando el campo
ahora hay un trapito

si lo arrojás al viento, vuela
y es
una semilla de la rabia
largando sus uvas amargas
sus tristes uvas para el hambre
del diablo

llevo su sangre en mi sangre

perdónenme

11 comentarios:

Valeria Cervero dijo...

Seguís impresionándome! un abrazo.

EG dijo...

Por mi parte no tengo nada que perdonar, la sangre tira. Y es un gran poema. ABRAZO

Alejandro Schmidt dijo...

gracias

pa las casa dijo...

es hermoso leerte, al contrario, gracias

Leticia Ressia dijo...

como te lo digo allá te lo digo acá....bello y fatal.
Besos

J. dijo...

Fáa! (Ésas cosas que escribís que no sé por qué me llegan tanto). Igual creo que no hacía falta la explica, el fáa así bien a lo gringo ya resume todo lo que tengo pa decir. Fáa.

GEORGIA dijo...

Recordé este poema que le escribí un día a mi padre, hoy te lo regalo, un abrazo:

El hombre

escondido en un lugar lejano
de su propia memoria

Fantasma expectante de su ayer
cobrando vida

Taciturna mirada
desmontando recuerdos

¿Dónde quedó tu altura?
¿Dónde tus pasos?
¿Tú verde arrullando el día?

Dónde estás padre
que aún el espejo
no te encuentra.

Georgina Ramírez

GEORGIA dijo...

Recordé este poema que le escribí un día a mi padre, hoy te lo regalo, un abrazo:

El hombre

escondido en un lugar lejano
de su propia memoria

Fantasma expectante de su ayer
cobrando vida

Taciturna mirada
desmontando recuerdos

¿Dónde quedó tu altura?
¿Dónde tus pasos?
¿Tú verde arrullando el día?

Dónde estás padre
que aún el espejo
no te encuentra.

Georgina Ramírez

Verónica Cento dijo...

Muy bueno, Elena.

Rosa Chávez dijo...

Que fuerza Elena, tu poesía me mueve y me comueve. Saludos de Guatemala

Carolina Bugnone dijo...

ay. no se puede agregar mucho más. bellísimo, me alegro de haber llegado a tu blog.
salut!