jueves, 21 de octubre de 2010

211010

como lázaro, el de betania, estuve o estoy
dormida
muerta

en esta cueva umbría cultivo la orquídea salvaje
y, en la húmeda pared, la palabra que cuenta
los días que faltan
los que han pasado

él debe venir: quizá me lo anuncie
su tacto robusto tocando la piedra
o la voz, el estigma

hace mucho que espero

este pueblo es lejos: hay
médanos al norte
niebla al sur
caballos ciegos en la llanura
trigos amargos

puede que hayan perdido el camino
o que el camino haya sido una ilusión

quizá la palabra ya fue pronunciada
pero no la escuché, era distinta
a la esperada
o fue corrompida en el camino
de la vida hacia la muerte

no hubo milagro, o ya se produjo
y es esta suave penumbra
este tremendo paraíso

5 comentarios:

Alejandro Schmidt dijo...

gracias

cuir cimarrón dijo...

¡Belleza! ¡Qué gusto leerlo y, en un instante, ya es parte de mí!
Gracias, Ele.

cuir cimarrón dijo...

¡Belleza!¡Qué gusto leerlo y, en un instante, el poema ya es cuerpo!
Gracias, Ele.

Elena dijo...

Gracias, Ale, Mac.
Los quiero:)

costa sin mar dijo...

auuuuuuuuuuuuuuuuu
este tremendo paraíso

me emocioné