como lázaro, el de betania, estuve o estoy
dormida
muerta
en esta cueva umbría cultivo la orquídea salvaje
y, en la húmeda pared, la palabra que cuenta
los días que faltan
los que han pasado
él debe venir: quizá me lo anuncie
su tacto robusto tocando la piedra
o la voz, el estigma
hace mucho que espero
este pueblo es lejos: hay
médanos al norte
niebla al sur
caballos ciegos en la llanura
trigos amargos
puede que hayan perdido el camino
o que el camino haya sido una ilusión
quizá la palabra ya fue pronunciada
pero no la escuché, era distinta
a la esperada
o fue corrompida en el camino
de la vida hacia la muerte
no hubo milagro, o ya se produjo
y es esta suave penumbra
este tremendo paraíso
5 comentarios:
gracias
¡Belleza! ¡Qué gusto leerlo y, en un instante, ya es parte de mí!
Gracias, Ele.
¡Belleza!¡Qué gusto leerlo y, en un instante, el poema ya es cuerpo!
Gracias, Ele.
Gracias, Ale, Mac.
Los quiero:)
auuuuuuuuuuuuuuuuu
este tremendo paraíso
me emocioné
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