sábado, 26 de junio de 2010

260610

en el fuego de la cocina calenté un ladrillo

lo llevé a la cama, del lado
donde yo no duermo

le dije: amor mío
cuánto te parecés al anterior
la misma mudez, la misma

carencia de ideas,
el mismo virgen corazón
de no haber sentido, nunca,
nada

8 comentarios:

Alejandro Schmidt dijo...

gracias

Elena dijo...

A vos, Ale, por la belleza!
Te quiero!

Gabriela dijo...

Oh, la la! Contundente como ladrillo y rojo rojo rojo.
Valgan todas las redundancias.

Es un hermoso poema!

abrazos, nena

GEORGIA dijo...

Un gran poema...contundente

saludos

Elena dijo...

Gabichuchi, Geor: 'chas gracias a las dos!!!!
Besos

Ceniciento Longinus Jose Luis Colombini dijo...

muy bueno e intenso

Elena dijo...

Hola, J. L.! Gracias por pasar, leer y dejar huellita.
Un beso

EG dijo...

impactante, fuerte y desolado.
Voy a seguir leyendo, estoy chocha de haberte encontrado