muchas veces fuimos pobres
no había dinero para ropa o música, pero
el taladro magnífico de dios
caía contra la mañana
las palomas se desbandaban
como si vieran
la comadreja o el halcón
un pedazo de mí entraba en la amargura
como en el pozo del molino
donde la serpiente infectaba
el agua de beber
yo tenía pocos años y ya era
rigurosamente anciana
sabía que el altísimo podía aplastarme la cabeza
enfermar nuestras ovejas
quitarnos el verano, la poca dicha
pero igual miraba siempre para arriba
y bajito decía
que sí, señor, venga a mí la destrucción
lo que deba venir
soy tu surco, señor,
soy tu surco
11 comentarios:
Hermoso
hermoso again... otra anónima
Elena:
Pufffffffffffff...
Buena manera de comenzar el día.
Gracias.-
extraordinario elena...qué más decir...qué más callar...
yo tenía pocos años y ya era
rigurosamente anciana...
Adore esas palabras
soberbio finale
!
ELENA;COMO DECIMOS POR ACÁ : MEJOR NO SIRVE
Me gusta el sentimiento que se desprende de este poema
De alguna manera somos como surcos sobre la tierra.
Saludos...
Gracias. Gracias a todos por los aportes.
Abrazos.
Hay nena que bello...me llegó un toco.
Te lo robo p' subirlo al carae'libro.
besossssss
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