me enamoro de ud. señor juan gelman, me enamoro,
como las maestritas lo hacen del reader’s digest y de corín tellado,
como las azafatas, de la luz violeta y las postales de rodolfo valentino
como las adolescentes de ellas mismas cuando,
desnudísimas
se miran en los espejos nebulosos de sus baños
me enamoro de ud. señor juan gelman, desde este pueblo enfermo
donde hiede la costra de los muertos
la fiebre de los vivos
mientras preparo el café de la mañana
y lavo el orinal de mi padre enfermo
y más tarde trabajo y a la noche escucho
big bill broonzy
poniendo en orden el huerto, quemando
las alimañas
haciendo que lo perdido valga
que la tía escolástica labore sus telares
si supiera señor juan gelman cómo los ojos de ud.
me parecen así de bonitos
y contando sus trapos, sus fulgores,
considerándolo a la luz amarga de mi amor
me veo no tan joven, no hermosa,
pero sí verdadera, y ya no me alcanza
el pudor mentiroso de los desnudos ante sí
o ante los otros
para callarme, señor juan gelman
para callarme
8 comentarios:
bellisimo.
¿por qué la poesía demora la muerte? gracias, elena, amo tu poesía, lo digo sin rubor
Me da pudor comentar, en realidad no tengo nada que decir, salvo que es "bello". Sobra decir agregar otra cosa. Tus palabras bastan..grande Elena!!
Maneras de leer, de homenajear a gelman. Un bello poema, en su propia tinta.
Bien por el 150509!!!
Gracias, Ale.
Un beso.
Gracias por pasar, Jorge, vos y tus no rubores.
Un abrazo hasta la seguramente nevada S. Luis.
pd: ¿demora, en verdad, la poesía a la muerte?
La chica del bajo tiene pudor? Uno anda más desvergonzado y la otra se me averguenza. Debe ser por la ley cósmica del equilibrio.
Tontolona!
Un beso, amiga.
Hola, Néstor! Aquel que nos desgelmanee buen desgelmaneador será.
Un beso.
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